Permite comprobar la presencia de anticuerpos en la sangre, y la presencia previa de un microorganismo patógeno en particular.
Permite identificar sustancias que las células cancerosas o las células normales producen en respuesta al cáncer en el cuerpo.
Determina los niveles de diversas hormonas en el cuerpo, reproductivas, las tiroideas, las suprarrenales, las hipofisarias entre otras.
Se realiza para encontrar virus que causan infección y que se multiplican solo en las células vivas.
Forma parte del chequeo médico corriente y puede servir para detectar varios trastornos de la sangre como infecciones, anemias etc.
Detecta una amplia variedad de trastornos, como infecciones en las vías urinarias, enfermedad renal y diabetes.